lunes, 31 de julio de 2017

POEMA DE ANTONIO CARMONA




En este tiempo Dios
renuncia al primer mandamiento
porque quiere ser humano.
Fluye por mis huesos secos
la sed de los zahoríes,
por mi sangre el odio que he aprendido.
Fluye, corre por mis venas, pero no me afecta.

No soy los cimientos de mi casa
ni las ventanas ni las puertas.
Soy el rincón donde me oculto.

Pido perdón y pago.

De A cierta edad, Ediciones Idea, 2013.


1 comentario: