LA PIEDRA
XL
Consiguió
aquellas tierras
matando sin
descanso,
destruyendo
cosechas y profanando casas.
La tribu lo
recibe con vítores terribles.
Es el heraldo de
la nueva era.
Cruel, invicto y
ansioso.
En la llanura,
las muchachas
con collares y
flores en el pelo
festejan la
victoria
como si fuera un
regalo de los dioses
y no piensan
en los que yacen
sobre las cenizas.
El invicto
guerrero
va en busca de
una nueva conquista
la más ardua tal
vez.
Una muchacha lo
contempla desde el miedo.
Huyen las otras.
Las cuentas del
collar
caen sobre la
hierba.
EL OBÚS
40
Una victoria
puede ser mentira,
sobre todo
cuando es madrugada
y su indecisa
luz ilumina
arrasadas
ciudades donde, entre escombros,
duermen los
reptiles.
Puede que
entonces el canto de algún pájaro
ponga sobre la
mesa la ventaja de ser
meros
espectadores del desastre,
de que nuestro
destino nos conceda
empezar otra
vez. Pero la vida
como el tiempo
no descansa
y entre balas y
obuses y alguna que otra alimaña,
solo da tregua a
quienes, derrotados,
hacen temblar al
cielo en su caída.
Toda victoria
puede ser mentira
y nosotros el
primer gran error que se repite
milenio
tras milenio.
Poemas de La piedra y el obús (Inédito).
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